Como se ha podido notar El Salvador atravesó por una situación crítica. Las lluvias afectaron al territorio salvadoreño dejando así a varios damnificados y en algunos casos, algunas personas quedaron sólo con la ropa que llevaban puesta, lo demás, ya sea sus pertenencias, su hogar, etc. lo perdieron. Es increíble ver como el pueblo salvadoreño se hacía presente a los distintos albergues para brindar ayuda a estas personas que necesitaban de alimentos, comida, y ropa.
Ahora bien, mi crítica va dirigida para ciertos políticos, medios de comunicación y personas que se aprovechan de estas situaciones. Por ejemplo, los políticos hacían las donaciones que gracias a los salvadoreños pudieron reunir y los llevaban a los albergues. No perdían el tiempo y en cada bolsa colocaban una calcomanía del partido político, es decir, aprovechaban esta ocasión para hacerse propaganda y pone en duda si toda la ayuda fue sincera o sólo para conveniencia del partido.
En los medios de comunicación, algunas televisoras y radios sirvieron de centros de acopio para que las personas llevaran sus donativos. Esto los sirve también como publicidad, ya que las personas que los están sintonizando pueden ser manipuladas por estos medios, por ejemplo, en ciertas radios era notable quizá el sentimiento de cooperación estaba presente, pero con ella iba la publicidad. Si era cuestión de unirnos todos y ayudar todos de la misma manera ¿por qué el director de la radio no salía de cabina para ayudar a recibir los diferentes donativos sin importarle el estarse mojando? Si bien podría ser que quería ayudar a las personas albergadas, pero en lo personal un trabajo justo era que él también estuviera afuera y no sólo adentro, comiendo bien, mientras sus empleados (locutores) estaban afuera mojándose y sin comer.
No hace falta el aprovechado que no le interesa la situación en la que se estaba viviendo, sino que sólo le importa el bienestar propio. Hablo de esas personas que se robaban las donaciones, sin pensar en que otros individuos estaban peor que ellos. A veces es por necesidad que se roba, pero a veces es por hacer daño o por querer incrementar sus ganancias económicas vendiendo los productos robados.
Era impactante ver a todas esas personas en los albergues aguantando frío, esperando el qué pasará mañana, en donde su futuro era incierto. Había madres con sus bebés en brazos, protegiéndolos del frío. Es decepcionante y a la vez da cólera que personas como las que se mencionó antes, se aprovechen de estas situaciones y no les importe afectar a las personas que de verdad necesitan esa ayuda brindada por el pueblo que de una u otra forma contribuyeron para la causa. Lastimosamente la hipocresía y el egoísmo no se podrán erradicar tan fácilmente. Pero no todo es negativo, aún hay personas sinceras que en momentos como estos brindan su ayuda sincera.
Hay personas que brindan sus donaciones con sinceridad, hay otras que lo hacen por negocio y publicidad y algo que jamás debemos olvidar es que si ayudaremos de corazón que sea con acciones, no palabras. Como bien dice una frase muy conocida “lo que hace tu mano derecha que no lo sepa la izquierda”.
En los medios de comunicación, algunas televisoras y radios sirvieron de centros de acopio para que las personas llevaran sus donativos. Esto los sirve también como publicidad, ya que las personas que los están sintonizando pueden ser manipuladas por estos medios, por ejemplo, en ciertas radios era notable quizá el sentimiento de cooperación estaba presente, pero con ella iba la publicidad. Si era cuestión de unirnos todos y ayudar todos de la misma manera ¿por qué el director de la radio no salía de cabina para ayudar a recibir los diferentes donativos sin importarle el estarse mojando? Si bien podría ser que quería ayudar a las personas albergadas, pero en lo personal un trabajo justo era que él también estuviera afuera y no sólo adentro, comiendo bien, mientras sus empleados (locutores) estaban afuera mojándose y sin comer.
No hace falta el aprovechado que no le interesa la situación en la que se estaba viviendo, sino que sólo le importa el bienestar propio. Hablo de esas personas que se robaban las donaciones, sin pensar en que otros individuos estaban peor que ellos. A veces es por necesidad que se roba, pero a veces es por hacer daño o por querer incrementar sus ganancias económicas vendiendo los productos robados.
Era impactante ver a todas esas personas en los albergues aguantando frío, esperando el qué pasará mañana, en donde su futuro era incierto. Había madres con sus bebés en brazos, protegiéndolos del frío. Es decepcionante y a la vez da cólera que personas como las que se mencionó antes, se aprovechen de estas situaciones y no les importe afectar a las personas que de verdad necesitan esa ayuda brindada por el pueblo que de una u otra forma contribuyeron para la causa. Lastimosamente la hipocresía y el egoísmo no se podrán erradicar tan fácilmente. Pero no todo es negativo, aún hay personas sinceras que en momentos como estos brindan su ayuda sincera.
Hay personas que brindan sus donaciones con sinceridad, hay otras que lo hacen por negocio y publicidad y algo que jamás debemos olvidar es que si ayudaremos de corazón que sea con acciones, no palabras. Como bien dice una frase muy conocida “lo que hace tu mano derecha que no lo sepa la izquierda”.
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